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Reino de Aragòn
La conquista Catalan de Mallorca (1229) y de Ibiza y Formentera (1235) por parte de Jaime I de Aragòn, y la de Menorca (1287) por parte de Alfonso III, significaron la anexiòn de las Islas Baleares al mundo cristiano occidental.
Bajo la Corona de Aragòn las Islas Baleares hubieron sus propias instituciones de autogobierno. Lenguas oficialas fueron el Latìn y el Catalan, que permanecieron en vigor hasta la victoria de Felipe V el cual con los Decretos de Nueva Planta (1715) aboliò los usos idiomàticos y las instituciones propias de las Islas Baleares, introduciendo autoridariamente la lengua Castellana.
El Reino de Aragòn fue uno de los màs pequenos Estados cristianos de la penìnsula ibérica, formado a continuaciòn de la expulsiòn de los Moros que dominaron la penìnsula y sus habitantes alrededor de siete siglos.
Los condes, y luego los reyes de Aragòn descendieron de los reyes de Navarra. Gracia a las conquistas militares y a los matrimonios entre nobles, los territorios de la Corona de Aragòn incluidieron las tierras hoy llamadas Aragòn, Valencia, Cataluna, Islas Baleares, Roijon, Perpinàn, Provencia, Cerdena y Còrcega, Sicilia, Malta, Atenas y Neopatria.
Estas tierras fueron màs tarde incluidas en el paìs hoy llamado Espana, después de venieron a extinguirse lìneas de descendencia de la Real Casa de Aragòn, aunque uno ramal cadete - la Casa de Ayerbe - era venido a establecerse en Sicilia donde sus miembros hubieron amplias posesiones, acumulando muchos tìtulos nobiliarios y adquiriendo una hegemonìa sobre el gobierno de la ciudad de Catania. La casa de Ayerbe continua existiendo hoy como parte de la Noble Familia Paternò Castello.
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